lunes, 20 de octubre de 2014

Profeta en nuestro tiempo

"Quizás el Señor me ha llamado y me ha puesto en este servicio no tanto porque yo tenga algunas aptitudes, o para que gobierne y salve la Iglesia de sus dificultades actuales, sino para que sufra algo por la Iglesia, y quede claro que Él, y no otros, es quien la guía y la salva"

Beato Pablo VI

Estas palabras las escribió en su diario personal el nuevo beato al día siguiente de clausurarse el Concilio Vaticano II. Desde luego el don de clarividencia ante la realidad lo tenía. Y el de profecía también. Proféticas también sus palabras en la encíclica Humanae Vitae sobre los malos frutos que acarrearía un mal uso de la sexualidad. Aquel escrito le traería parte de ese sufrimiento que ya desde el inicio de su pontificado vio que tendría que pasar.

Y qué gran enseñanza la de estas palabras de su diario que nos recuerdan que es Dios, y no nuestras buenas cualidades, las que nos salvan, y que la vida ofrecida tiene un valor inmenso. Instrumentos somos en sus manos, para lo que Él quiera. ¡Nos espera la santidad!


Ayer el Papa pronunció una homilía preciosa en la beatificación de su antecesor. Pincha para leer.

Hasta otra entrada, amigo lector, Dios te bendiga.

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