Beato Pablo VI
Estas palabras las escribió en su diario personal el nuevo beato al día siguiente de clausurarse el Concilio Vaticano II. Desde luego el don de clarividencia ante la realidad lo tenía. Y el de profecía también. Proféticas también sus palabras en la encíclica Humanae Vitae sobre los malos frutos que acarrearía un mal uso de la sexualidad. Aquel escrito le traería parte de ese sufrimiento que ya desde el inicio de su pontificado vio que tendría que pasar.
Y qué gran enseñanza la de estas palabras de su diario que nos recuerdan que es Dios, y no nuestras buenas cualidades, las que nos salvan, y que la vida ofrecida tiene un valor inmenso. Instrumentos somos en sus manos, para lo que Él quiera. ¡Nos espera la santidad!
Ayer el Papa pronunció una homilía preciosa en la beatificación de su antecesor. Pincha para leer.
Hasta otra entrada, amigo lector, Dios te bendiga.
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