Las incoherencias siempre son absurdas

"De devociones absurdas y santos amargados, líbranos, Señor"

Santa Teresa

¡Cuánta gente, amigo lector, puede llegar a pensar desde fuera de la Iglesia que los cristianos somos unos tristes amargados y unos absurdos supersticiosos! Haberlos los hay, yo me los he encontrado y me lo han dicho, a veces por una mala experiencia, y casi siempre por una tópica imagen muy difundida de que a la Iglesia no van mas que las señoras desdentadas, amargadas y criticonas que te pondrán a caer de un burro nada mas salir del atrio.

Lo realmente malo es cuánta gente, amigo lector, puede llegar a pensar eso de los cristianos desde dentro de la Iglesia. Me explico. No directamente diciéndolo pero si manifestándolo con su modo de vida: pensando que Dios solo es y enseña una serie de valores de buena conducta para nuestra ciudadanía; que la religión es una creencia relativa para tranquilizar la conciencia hacia ese "algo" que debe existir más allá y que no sabemos qué es; que tampoco hay que tomarse demasiado en serio las cosas de Cristo pues eso de la entrega y el compromiso es solo para las beatorras; que rezar e ir a Misa cada día es algo propio de gente aburrida que no tiene nada mejor que hacer (aunque lo de que no hay nada mejor que hacer sea verdad).

Yo se uno de los grandes motivos por el cuál los cristianos no evangelizamos mas, tampoco es que haya que ser demasiado listo. Te lo voy a decir: ¡Por la falta de ilusión! ¡Por la falta de alegría! ¡Por nuestras absurdeces! Porque las incoherencias siempre son absurdas y difunden tópicos falsos. Ya en la época de Santa Teresa pasaba.

Cambiemos caras largas por un poquito de alegría e ilusión. Cambiemos amargamientos hastiados por la ilusión de Aquél que hace nuevas todas las cosas. ¡Que Él está con nosotros, leñe! 

Feliz día, amigo, lector, Dios te bendiga.