¡Eh! Que el perro es español

Querido lector... Lo primero que te diré hoy es que me gustan mucho los animales. Y no me agrada que se sacrifiquen perros. Entre jardín de la
casa parroquial y el despacho he tenido en los últimos tiempos un pato, dos gallinas, un erizo, una tarántula y dos escorpiones, aunque de estos últimos uno se comió al otro. De todos ellos el pato (llamado Bale porque corría mucho) era el más cariñoso, los demás eran algo sosetes, pero si, me gustan mucho los bichos pese a todo.


Digo lo primero para que nadie pueda pensar que está leyendo el blog de un malvado activista antinatura, ante lo segundo que diré: que algo está mal cuando se habla mas de defender la vida de un perro español que de un niño africano. El ébola ha llegado a España y parece que ahora si nos preocupa, ya los contagiados no son solo los africanos, ¡ahora también europeos! Y de lo que mas se habla en todas partes es de que quieren sacrificar al perro de la auxiliar de enfermería contagiada. ¿Soy el único que lo ve raro?

Mueran cientos de personas en África que aquí mientras baje la prima de riesgo estamos bien. Así somos. 

Vayan valientes religiosos españoles a ayudarles, pero que no nos los traigan contagiados, que el valor aquí no lo queremos. Así somos. 

Haya una terrible ley del aborto para matar miles de niños al año, mas los daños a las madres, pero a un indefenso perro ni se le toque, y si hace falta nos atrincheramos como héroes delante de la puerta de su casa para salvar el daño psicológico que estará sufriendo el animal. Así somos. 

Como dato diré que son miles y miles los perros que cada mes son sacrificados en España, a ver si este compromiso digno por su defensa nos dura... Yo propongo mejor el compromiso de tratar bien a todas las personas, y donar algo a alguna congregación religiosa que esté luchando en primera línea contra el ébola, no se, llamadme loco.

¡Hasta otra entrada, amigo lector!