¡Hola, hola, hola!
Querido lector... El Papa Francisco clausuraba el pasado 24 de noviembre el Año de la Fe, iniciado por Benedicto XVI. Ha sido un año precioso para profundizar en lo que creemos y hacer más fuerte nuestra pertenencia a Dios. ¿Y ahora qué? En mi diócesis, que es la de Getafe, el Obispo ha convocado el Año de la Esperanza para continuar por este camino lo que se inició en el Año de la Fe. Quería compartir contigo, amigo lector, en qué consiste esta convocatoria y lo que aquí hacemos.
Como decía Benedicto XVI en el punto 2 de Spe Salvi: la fe es esperanza, hasta el punto de que en muchos pasajes de la Biblia ambos términos parecen intercambiables. Ya ves en la fotico que encabeza esta entrada que el símbolo del Año de la Esperanza es muy parecido al de la fe, para indicar la continuidad y, como me comentaba alguien en Twitter el otro día, se indica que el ancla de la esperanza es la que amarra el barco de la fe. ¡Genial!
¿Qué vamos a hacer en este Año? Fácil, vivir y profundizar en nuestra esperanza, y poner dicha esperanza al servicio de la evangelización. A lo largo de estos meses en las parroquias van a irse formando grupos de personas de toda edad y condición para lanzarse a la misión en todos los ámbitos de nuestra sociedad. ¡Grupos de todo tipo... niños, jóvenes, adultos, ancianos... para evangelizar en todo lugar... colegios, universidades, trabajos, en las calles, en internet...!
Esa evangelización va comenzando ya, y culminará dentro de dos años con la Gran Misión Diocesana (y así de paso celebramos nuestro cumple-diócesis, 25 añitos). La providencia y sus cosas, para la misión nos viene al pelo la Evangelii Gaudium del Papa Francisco. De momento el año que viene celebraremos el Año de la Caridad para poner en marcha esos grupos misioneros (¡no podía llamarse de otra forma!), y en este hay que centrarse en la esperanza, en la de verdad, ¡la que nunca defrauda!, Cristo.
Querido lector, quería presentarte y compartirte esto, y pedirte oraciones por este Año que hemos empezado en la diócesis. ¡Que sea lo que Dios quiera! Y ya te contaré cómo vamos, pero esas serán otras historias y tendrán que ser escritas en otros momentos... Hasta más leernos amigo lector, Dios te bendiga.
1 comentario:
Otro mensaje muy bonito de tu parte..la Esperanza no debe jamás perderse siempre que haya FE. Un buen abrazo.
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