¡Hola, hola, hola!
Querido lector, la reforma de la ley del aborto ha traído reacciones de todo tipo en la gente. Nadie parece quedar indiferente. Hay quien expresa su opinión de forma respetuosa, y quien lo hace de forma muy hiriente. Siempre suele ser así, aquellos que piden más tolerancia son los que menos la comparten. Hoy quería escribir acerca de un argumento que he escuchado varias veces a favor del aborto, que parece bastante absurdo, pero que no lo debe de ser tanto visto el número de gente que se adhiere a él: el argumento del huevo frito.
Es sencillo: es totalmente lícito e inofensivo abortar ya que la vida que surge de la unión de un óvulo y un espermatozoide no en un ser humano en las primeras semanas. Es como el huevo que pone una gallina y nosotros nos comemos frito o cocido... ¡resulta ofensivo escuchar esto como argumento a favor del aborto!
Vamos a ser serios, o hay ser humano o no lo hay, pero no puede ser que ese paso se de simplemente porque se hace mas grande y se diferencia mejor. ¿Dónde está ese paso? ¿Es que a los dos meses no tenemos mas que un conjunto de células vivas y a los dos meses y un día surge el ser humano?
La vida es increíble, ya desde el comienzo desde el momento de la concepción el nuevo ser va creciendo, desarrollándose, cada una de sus células sabe perfectamente en qué parte del nuevo cuerpo se va a ir transformando, no es un puro azar. Comparar un ser humano con un huevo (que ni siquiera tiene por qué estar fecundado) es una locura, un argumento que demuestra el valor que se da a la vida humana.
¡La mujer tiene derechos, y hay que defenderlos! Abortar no es uno de esos derechos. El nuevo ser humano que la chica lleva en su interior los tiene también, por pequeñito que sea. Defender el aborto no favorece a la mujer, todo lo contrario, es hacerle daño, es hacerle creer que una nueva vida es como un papel que se tira a la basura, decirle que su maternidad no es algo grande y bello sino todo lo contrario. ¡Qué poco se habla de las secuelas psicológicas que los abortos dejan en las chicas! Dirán que no existen... que vayan a cualquier centro de ayuda a mujeres que han abortado y las vean. ¡A ellas son a las primeras que hay que defender y ayudar! Abortar no el camino.
Querido lector, de un huevo no sale nada, sirve para cocerlo, freirlo, comerlo... pero de esas células surge la nueva vida. Todos hemos pasado por ahí, no somos huevos fritos, que no te engañen. Y feliz día, ¡Dios te bendiga!
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