En Jesucristo Dios nos muestra toda la profundidad de su amor misericordioso. (CEC 65-66,73)
Por
medio de Jesucristo el Dios invisible se hace visible. Se hace hombre
como nosotros. Esto nos enseña hasta dónde alcanza el amor de Dios.
Lleva toda nuestra carga. Anda todos los caminos con nosotros. Está en
nuestro abandono, nuestro dolor, nuestro miedo a la muerte. Está allí
donde no podemos avanzar más, para abrirnos la puerta hacia la Vida. --> YC 314
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