¡Hola, hola, hola!
Las pelis de superheroes están muy de moda en los últimos tiempos. Y es que, desde que el cine permite hacer cualquier cosa con los efectos especiales, estos personajes fantásticos, con sus saltos, volteretas y superpoderes, son perfectos para intentar contar una historia fantástica y entretenida en la pantalla grande.
Por no mencionar del gran tirón que tienen y lo queridos que nos resultan. Seamos de la generación que seamos... ¿quién no sabe quien son Spiderman, Batman o el Capitan América?, ¿quién no ha leído nunca un tebeo, o, al menos, ha querido hacerlo?
La última de estas pelis de superhombres es la de Los Vengadores, que, por cierto, parece que está siendo más exitosa que ninguna. Yo la he visto, y me ha gustado mucho. Además de vuelos imposibles, poderes increíbles y muchas tortas la peli cuenta mucho más de lo que parece... (Puede que te reviente algún SPOILER, ¡si es así no sigas leyendo!).
Me gustan los superheroes. En sus esencia y en su origen, fueron creados como hombres corrientes (no los más listos, ni guapos, ni exitosos) que reciben un don especial que les da un poder que usan para ayudar a los demás. Los superheroes hacen el bien por el valor que este bien tiene en sí mismo, no buscan fama, ni gloria, ni recompensa de ningún tipo. Quizás este concepto aparezca hoy más diluido en los comics y películas que se hacen, pero en el nacimiento de los personajes (hace ya muchas décadas) estaba clarísimo.
Cinco películas previas (Hulk, Capitán América, Thor y las dos de Iron Man) nos han contado la historia de la formación del grupo de superheroes de Los Vengadores. Unos hombres y mujeres que han recibido de distintas formas ese don para hacer el bien, don que pueden usar cada uno de distinta manera.
En la película vemos como surge para Los Vengadores una tentación muy humana: ver al otro como enemigo, y sus dones para hacer el bien como deformaciones. En lugar de un enriquecimiento mutuo y una unión de los poderes (dones) se prefiere la lucha en solitario contra el enemigo.
Loki, el malo malísimo, encarna el enemigo más dificl de vencer: la cizaña. Con apariencia de bien consigue provocar con mentiras y engaños la desunión en el grupo de superheroes, y es entonces cuando peor lo pasan.
Y es que el mayor enemigo de Los Vengadores no son las ordas extraterrestres que amenazan con destruir la Tierra (¡empezando por Nueva York, por supuesto!) sino la sutil cizaña, que se pasea entre ellos sin ser vista.
Por eso la película me ha gustado. Me ha recordado a la vida misma. El mayor enemigo que tenemos no son los grandes males que atacan hoy a la Iglesia, y que vemos venir e identificamos. No. El mayor enemigo es la cizaña, que continuemente crea conflictos, desunión y mentira. Y debo decir que esto no se me ha ocurrido a mí: lo dice el Evangelio.
A ese enemigo cizañoso hay que vencer con los dones de Dios. Los superheroes no son perfectos, tienen muchos fallos y miserias ocultan, pero nunca dejan de buscar el Bien (si, con mayúscula). ¡Caminemos juntos!
3 comentarios:
No creo que la vaya a ver así que seguí leyendo.
Espero conseguirla en la web.
Gracias!!
DTB!!
Esto si que es gqniql Patxi.
Si supieras que yo mientras la veia el otro dia pensaba en lo mismo y asi se la he explicado a mis hijos. (me gusta este blog)
Un saludo.
La adaptación de 'Los vengadores' (Joss Whedon) de los comics de Marvel es una gozada. No soy un ávido lector de comics ni suelo ansiar sus adaptaciones cinematográficas, pero 'Los Vengadores' me hizo pasar un rato estupendo como lo habían hecho antes otras pelis como 'Watchmen' o 'Sin City'. Olvidaos de todo prejuicio y disfrutadla!!! Un saludo!!!
Publicar un comentario