Transmitimos la fe porque Jesús nos encarga: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos”(Mt 28,19) CEC 91
Ningún cristiano
auténtico deja la transmisión de la fe sólo en manos de los
especialistas (maestros, sacerdotes, misioneros). Uno es cristiano por
los demás. Esto quiere decir que todo cristiano auténtico desea que Dios
llegue también a los demás. “¡Se dice el Señor me necesita! Estoy
bautizado, confirmado y soy responsable de que las personas de mi
entorno tengan noticia de Dios y “lleguen al conocimiento de la verdad”
(1 Tim 2,4b). La madre Teresa empleaba una buena comparación: “A menudo
puedes ver cables que cruzan las calles. Antes de que la corriente fluya
por ellos no hay luz. El cable somos tú y yo. ¡La corriente es Dios!
Tenemos el poder de dejar pasar la corriente a través de nosotros y de
este modo generar la luz del mundo -JESÚS- o de negarnos a ser
utilizados y de este modo permitir que se extienda la oscuridad”. -->YC 123
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