lunes, 9 de septiembre de 2013

#PrayForPeace (reflexiones de lo que pasa en Egipto y Siria)

¡Hola, hola, hola!

Querido lector, ¡estamos de vuelta al blog tras las vacaciones! Espero que tu también hayas descansado y haya sido un buen tiempo el estival. Dicen, cuentan, hablan de que en agosto no hay noticias... sin duda no se refieren a este, que ha sido muy movido en sus últimos días a causa de lo que está pasando en Egipto y en Siria.



Espeluznante ver las iglesias quemadas en el país de las pirámides, aterrador el número de muertos en unas revueltas que parecen no tener fin. Hace sólo un par de años se halaba en todos los medios de "primavera árabe". Pues vaya. ¿Dónde se han dejado este término, amigos? Peor aún, se decía que Egipto nos estaba marcando el camino a seguir de lo que teníamos que hacer en los países de Occidente contra los gobiernos. ¿Ya nadie defiende esto? Naide. Porque una vez mas comprobamos como la violencia solo engendra mas violencia, el odio mas odio. Terrorífico.

Siria. Otro país donde llego la maravillosa "primavera árabe". Dos años ya en guerra civil. Miles de personas mascaradas por las armas, pues esto siempre es así, los más débiles pagan las consecuencias. De repente el Premio Nobel de la Paz nos dice que se están usando armas químicas contra la población, y que hay que intervenir. Del otro lado surgen respuestas, los rusos dicen que eso es falso y que ellos también intervendrán si es necesario. Países del mundo entero alineándose a favor y en contra de una intervención militar extranjera. Y mientras tanto en Siria... sigue la guerra, siguen muriendo personas.

Las armas químicas son horribles, por supuesto, pero yo me pregunto... ¿Acaso el resto de armas que llevan dos años usándose y que los propios países que ahora quieren intervenir venden no lo son? ¿Por qué se quiere intervenir como justicieros ahora y o antes? ¿Y el resto de guerras abiertas por todo el mundo? ¿En esas no interesa intervenir? Me parece que hay mucho interés oculto detrás, mucha hipocresía y falsedad.

¡Cuanto hecho de menos a los grandes líderes mundiales gritar desde sus estrados a la paz buscada de modo pacífico! ¡Cuanto hecho en falta que hablen de la caridad entre los hombres! Bueno... la verdad es que alguien si lo ha hecho, y desde el estado más pequeño del mundo, al único al que parece no importarle la honra y el que van a decir de él por defender la verdad. Paradojas del mundo. El Papa Francisco lo esta repitiendo muy claro, una y otra vez estos días:

"Queridos hermanos y hermanas, quisiera hacerme intérprete del grito que, con creciente angustia, se levanta en todas las partes de la tierra, en todos los pueblos, en cada corazón, en la única gran familia que es la humanidad: ¡el grito de la paz! Es el grito que dice con fuerza: Queremos un mundo de paz, queremos ser hombres y mujeres de paz, queremos que en nuestra sociedad, desgarrada por divisiones y conflictos, estalle la paz; ¡nunca más la guerra! ¡Nunca más la guerra!"

Caridad. La que nos trae Jesucristo. Es lo más hermoso que podemos poner los cristianos en medio de las incoherencias del mundo. Desde Dios, hablar de perdón, diálogo, reconciliación, que son las palabras de La Paz, como también nos ha dicho Francisco. El Evangelio, por cierto, también lo dice: "Dichosos los que trabajan por La Paz, porque se llamarán hijos de Dios" (Mt 15,9).

Estamos lejos de Egipto y Siria, si, pero este debate lo tenemos muy cerca de nosotros cada día. ¡Llevemos estas palabras a los que tenemos más cerca! ¡Digámoslo sin miedo! Y, por supuesto, más importante aún, recemos por lo que esta sucediendo, que ya es muchísimo. También el Papa lo ha pedido:

"El compromiso continúa: ¡Sigamos con la oración y con las obras de paz! Les invito a seguir rezando para que cese inmediatamente la violencia y la devastación"

Pues eso, sencillo de entender, querido lector. ¡Y es que las cosas de Dios son sencillas! Hasta más vernos este blog. Dios te bendiga.

1 comentario:

Angelo dijo...

Es que la sociedad hedonista en la que vivimos, no quiere imágenes ni noticias que les mueva de su sillón.La guerra se ha convertido para muchos, en algo ajeno a ellos, lejano, ... Yo lo primero que pienso es en los niños.Infancias rotas, angustiadas por el miedo y el dolor. Si eso no remueve para cambiar, es que estamos enfermos.
Aquí en nuestro país, se estaba pendiente de unas olimpiadas, todo el día las cadenas de televisión y toda la prensa, estaba ocupada por ese hecho. No oí a nadie (excepto las dos o tres de siempre)
mencionar esta jornada de oración por la paz. Y lo más triste es que muchos que pisan la iglesia, solo se enteraron, cuando el sacerdote lo dijo en su homilía.
Hace tiempo que hay muchas conciencias muertas, incapaces de ver.
Un abrazo