jueves, 31 de enero de 2013

Los Miserables, una historia de redención y santidad

¡Hola, hola, hola!

Querido lector, aún estoy impresionado con la pelo de Los Miserables (y eso que la vi hace dos semanas). Impresionante. ¡Lo mejor que he visto en el cine en mucho, muchísimo tiempo! (y mira que he visto cosas buenas, jeje).

Como ya sabrás, querido lector, Los Miserables adapta la famosa obra que escribió el francés Víctor Hugo allá por el siglo XIX. Esta adaptación, ademas, es muy especial ya que lleva al cine el famoso musical que en los último años ha sido estrenado en los Brodways de todo el mundo.



Música preciosa, fotografía muy bien cuidada, vestuarios geniales. Es una peli visualmente fantástica. El director no ha pretendido hacer el típico super-musical con cientos de actores en escena que hacen maravillosas coreografías. Esto es cine, y la cinta se recrea en los primeros planos de actores cantando unos solos que ponen la carne de gallina. Si. Los actores se meten en el papel de tal forma que consiguen que el espectador se meta dentro del guión, sienta con él. Espectacular la figura de Jean Valjean (Hugh Jackman), Jabert (Russell Crowe) o Fantine (Anne Hathaway), a esta última espero que le den el Óscar por su interpretación del "I dreamed a dream" (¡tienes que verlo!).

Más haya de detalles técnicos, "Los Miserables" transparenta cristianismo. Y es que así sucede en la obra original de Víctor Hugo, el cual pasó por distintas etapas en su vida en cuanto a la fe atañe, y fue educado en el catolicismo por su madre. En la obra se retrata muy bien la situación del pueblo francés previa a la gran Revolución, que se estaba gestando.

En medio de castigos, pobrezas, picaresca, ilusiones, batallas... aparece Dios, además de una manera explícita en los diferentes diálogos cantados. Y son dos los grandes temas que trasluce esta película y que son clave para entenderla en profundidad. Ambos están presentes en la figura de Jean Valjean, el gran protagonista a lo largo del relato. (¡OJO!, ¡Si no quieres spoilers deja de leer, vete a ver la peli y luego vuelves aquí!).

El primer gran tema es la REDENCIÓN. No se entiende nada de la película y el personaje de Valjean sin caer en la cuenta de ha sido redimido por Dios durante el encuentro con el Obispo al principio de la historia. Jean Valjean tiene el corazón destrozado, lleno de odio, es normal, ha sido condenado de manera injusta a 19 años de rejas y trabajo forzado, y cuando sigue siendo perseguido y señalado. Esta disgustado por una vida de la que nada puede ya esperar y en la que parece que sólo puede devolver mal por mal para sobrevivir. El Obispo le enseña lo que es la caridad, el amor con que Dios ama a cada obre concreto. Jean Valjean ya no será el mismo.

El segundo gran tema es la SANTIDAD. Y es que, desde el momento de su redención, Jean Valjean se convertirá en un Santo, tal como le reconocé Marcius a Cossete al final de la película (la frase clave de todo el film). Toda su vida será una entrega a los demás allí donde está: a Fantine primero, a Cosste, a Marcius, e incluso al propio Javert, que no deja de odiarle y perseguirle. Y es que, como dirá él mismo al final de la película: "amar a otra persona es contemplar la faz de Dios".

"Los Miserables" es la historia de un Santo, Jean Valjean, un hombre que conoce lo que es sentirse redimido en su vida y no puede dejar de llevar ese sentido a los demás: de poner Amor en medio del odio, perdon en medio del resentimiento, a Dios en medio de un grupo de Miserables.

¡Da gusto ver mensajes tan claros en el cine de hoy! Te la recomiendo, querido lector.












2 comentarios:

Angelo dijo...

Me alegra un montón que te haya entusiasmado y embelesado como lo hizo conmigo. Hace mucho tiempo que no he disfrutado con una película como esta. Un abrazo

elsillóndepapá dijo...

La verdad es que tiene una pinta muy buena, creo que está nominada a los óscars a mejor peli entre otras. A ver si la consigo ver antes de que la repongan al medio dia en antena tres, que al paso que vamos al cine, es lo más probable. Un abrazo