viernes, 23 de noviembre de 2012

¡Benedicto XVI se carga a la mula y al buey del portal de Belén! (o el arte de hacer titulares que vendan periódicos)

¡Hola, hola, hola!

Querido lector, ya tenemos el tercer libro de Joseph Ratzinger sobre la vida de Jesús en las librerias, abordando en esta ocasión los Evangelios de la infancia. Es quizás el libro más difícil de escribir de los tres, por ser menos los datos que se nos narran en el Nuevo Testamento.

Y, por supuesto, ya tenemos rios y rios de tinta impresa y electrónica sacando titulares respecto al tema. Algunos de ellos pobres, muy muy pobres.

Y es que lo que en la mayoría de medios (algunos de ellos considerados bastante sensatos a la hora de tratar los temas de la Iglesia) ha quedado como titular a la noticia es que el Papa se ha cargado a la mula y al buey del portal de Belén y ha puesto el nacimiento patas arriba (¡ya lo qué faltaba, oiga, es el colmo de este Papa que todo lo hace mal!).

Una pena que gente que está llamada a ser profesionales de la verdadera información hagan titulares dignos de la prensa más amarilla imaginable.

Una cosa importante a la hora de leer el libro es que hay distinguir cuando el Papa habla como tal y cuando habla como un teólogo. Los libros de Jesús de Nazaret están firmados como Joseph Ratzinger, no como Benedicto XVI (como pueden estarlos sus encíclicas).

Joseph Ratzinger es uno de los más grandes teólogos que ha tenido la Iglesia en los últimos tiempos, con este libro ha querido hacer una cristología a partir de los datos de las Sagradas Escrituras y la Tradición, ha querido afirmar con gran fuerza la belleza de los dogmas de la Iglesia. Y lo ha conseguido. Un claro ejemplo es el dogma de la Virginidad de María, que trata en este tercer libro.

En cuanto a esta polémica de la mula y el buey, cito literalmente lo que dice el libro (¡aunque me quede muy larga esta entrada!):

«María puso a su niño recién nacido en un pesebre. De aquí se ha deducido con razón que Jesús nació en un establo, en un ambiente poco acogedor -estaríamos tentados de decir: indigno-, pero que ofrecía, en todo caso, la discreción necesaria para el santo evento. En la región en torno a Belén se usan desde siempre grutas como establo.
El pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías 1,3: “El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no me comprende”.
En la singular conexión entre Isaías 1,3, Habacuc 3,2, Éxodo 25, 18-20 y el pesebre, aparecen los dos animales como una representación de la humanidad, de por sí desprovista de entendimiento, pero que ante el Niño, ante la humilde aparición de Dios en el establo, llega al conocimiento y, en la pobreza de este nacimiento, recibe la epifanía, que ahora enseña a todos a ver. La iconografía cristiana ha captado ya muy pronto este motivo. Ninguna representación del nacimiento renunciará al buey y al asno.»

Leyendo la última frase se ve que lo que ha dicho Benedicto no es que se quiten a la mula y al buey del Portal, mas bien todo lo contrario.
Pero resulta fácil hacer un titular atractivo y, de paso, meterse un poco con el Papa y crear confusión entre los cristianos. Parece que el titular es lo que vende, el contenido da igual, creo que aprovecharé eso para que la gente pinche en esta entrada de mi blog, ¡con la esperanza de que alguno llegue también a leer la parte azulita!

Feliz día, ¡querido lector! Dios te bendiga en lo que hagas.


4 comentarios:

Angelo dijo...

Ayyyyyy Dios mio. ¿De verdad que toda la polemíca del libro se ha centrado en esto?... Vaya, segú lo que nos ofreces , veo que la mayoría de los titulares informativos han errado, pues como tú bien dices, yo no leo que ni hubira asno ni mula en el pesebre, n que haya que quitarlos del Belén. Ayyyy Dios mio, pero si esto parece de niños de guardería. La conexión con Isaias es una gran argumentación para seguir manteniendo a estos dos pobres animales, que "algunas voces han eliminado". Estoy convencido de que el libro es una preciosidad, como todo lo que escribe este"hombre de Dios". Un abrazo

Anónimo dijo...

Hay libros de la infancia de Jesús como "Cordero" de Chris
Moore que aportan también mucha información que no
aparece en los evangelios...

Mento dijo...

Me encanta tu entrada, tan bien escrita, tan aclaratoria. Ya ves que yo soy todo impulso, me encanta leer lo que escribis los que como tú sabéis tan bien expresaros.
Por otro lado estoy deseando poder leer el libro. Creo firmemente que Ratzinger es un gran teólogo. Quizá por eso le ha tocado vivir esta serie de acontecimientos, de que cada vez que dice algo, el mundo se levanta en polémica. El de los cuernos sabe muy bien la verdad que encierran las palabras que el papa dice. Y sabe como sembrar la contradicción en el corazón de los hombres. Especialmente los que no tienen ningún conocimiento del evangelio. Ypo lo veo tan claro, cada vez que dice algo lo sacan de contexto. Pero es por eso, porque es un un hombre sabio que habla con profundo conocimiento.
un abrazo, feliz semana.

MMBAS dijo...

¿Es importante si había o no animales cerca de donde nació Cristo ? Francamente no entiendo que se de importancia a estos detalles irrelevantes, cuando se olvida sistemáticamente lo importante...