Querido lector...
Quisiera hoy compartir contigo una tentación que seguro sufres a menudo si te tomas en serio la santidad y si la evangelización es para ti algo más que bonitas palabras que escuchas decir a tu catequista o al cura de tu parroquia. Es la tentación del desánimo, del "tu no puedes, es imposible".
Y es que, a menudo, nos emocionamos ante todo lo que hay que hacer por llevar a Dios al mundo que nos rodea. Es cierto aquello de que la mies es mucha, ¡tantas personas y tantos lugares ofrecen tantas posibilidades! Y uno mirando su vida piensa que, habiendo hecho Jesucristo tantas cosas tan maravillosas en ella, ¡cómo no va a hacerlas en la de los demás!
Pero... ¿Cómo es posible que, después de contárselo y tratar de mostrarlo con hechos, el mundo no crea en Él? ¿Cómo es posible que se rechace la medicina infalible para curar cualquier cosa, que no se quiera la única solución capaz de sanar los corazones más rotos? Y ante estas preguntas viene el bajón. Y las dudas...
"Tu historia con Dios es un cuento muy bonito, pero solo eso, un cuentecito ilusorio de piruletas, regalices y caritas sonrientes. La vida es otra cosa mucho más dura y mucho más triste en la que cada uno ha de hacer lo que pueda por estar tranquilo. Tu no puedes, es imposible"
"¿No te das cuenta de que todo lo que haces no sirve para nada? El mundo es muy grande y las personas muy egoístas, al final solo se mueven por intereses y te han estado usando para estar bien, pero Dios les importa un pimiento. Tu no puedes, es imposible"
"¿Para qué gastas tanto tiempo en mostrar algo que ni siquiera tu vives bien? Si eres un desastre, tu vida es una gran mentira, y también tu eres egoísta pues usas a Dios para estar bien momentáneamente y evadirte de tus problemas sin solución. Tu no puedes, es imposible"
¿Te suenan estos entrecomillados, desanimantes argumentos? Pues no son más que eso, buscan tu desánimo y tu tristeza. Cuanto más triste estés más te encerrarás en ti mismo y menos buscaras amar a Dios y a los demás. Frente a estas rallantes razones, qué puedo decirte...
¡No olvides, amigo, que tu historia con Dios es verdadera! ¡Que lo que Dios ha hecho por ti es real! ¡Ten esperanza en que no hay persona cuyo corazón esté tan estropeado que no tenga solución y no pueda ser arreglado por la gracia de Dios! ¡Ten confianza en que todo el bien que siembras ahí queda, y se propaga!
La vida puede ser dura, si, nadie nos prometió que fuera fácil, pero es precioso vivirla confiados sabiendo que alguien más grande que nos quiere incondicionalmente la vive con nosotros. Y tu puedes ser un desastre, ¡seguro que si!, pero pase lo que pase siempre podemos volver con humildad de hijos que se equivocan a los brazos del Padre Bueno que siempre nos está esperando.
La tentación es cierta, "tu no puedes, es imposible", pero con Dios al lado suena ridícula, ¡con Él lo puedes todo! Confía. Feliz día, amigo lector, Él te bendiga.
@PatxiBronchalo
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