Hola, hola, hola...
Me pregunto, amigo lector... ¿Alguién dudaba todavía que la reforma de la ley del aborto se iba a echar para atrás? Así de solos nos sentimos los católicos en medio de un oleaje político al que solo le importa el dinero. ¿Se arreglará la economía? No se... Pero... ¡¿quién va a arreglar el corazón del hombre?! Pase lo que pase, seguimos defendiendo la vida en medio de un mundo que parece descartar todo lo que le resulta incómodo y molesto. Los frutos, para unos y otros, responden siempre a la semilla que se ha sembrado.
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