¡Hola, hola, hola!
Vamos a desempolvar el blog, querido lector, ¡que ya es hora! Está siendo un verano de estar de aquí para allá sin parar mucho en cada sitio, y sin haber parado nada por estos lares interneteros. ¡Este año se me olvidó colgar el post de "Cerrado por vacaciones"! Así que tampoco tiene mucho sentido colgar uno de "Estamos de vuelta", pero el caso es que lo estamos.
Y en el vacacional y tranquilo verano, amigo lector, seguro que te ha dado tiempo a ver alguna que otra peli, mas o menos buena, con la que dormirse o de la que sacar alguna enseñanza interesante. Para empezar a quitar las telarañas del blog quería recomendarte una de este segundo grupo.
Estuve el otro día con algunos jóvenes de la parroquia viendo los Guardianes de la Galaxia. A estos bichos de Marvel no los conocía mucho, pero gustan las pelis de superheroes porque suelen esconder mensajes muy buenos, y esta peli no es una excepción. Si no la has visto y tienes ganas de algo entretenido, divertido y con un fondo bueno y sencillo te la recomiendo, y si quieres no leas mas de este post cinéfilo limpiatelarañas (aunque tampoco voy a poner mucho spoiler). Y si la has visto ya, quería compartir contigo algunas impresiones que me han gustado mucho, puedes tu comentarme las tuyas en los comentarios esos que hay abajo.
Primero, me encanta la idea de que la unión dentro del grupo es lo que lleva a la victoria. Los Guardianes de la Galaxia tienen todos un pasado con sus luces y sombras, han sufrido cosas malas que no han elegido vivir, y han tomado decisiones equivocadas condicionadas por esas heridas del pasado. Nadie apostaría por ellos como equipo, el mundo en el que viven les rechaza: un mapache acomplejado, un árbol tonto, una chica odiada por algo que no hizo, un peligroso y malvado preso, un mercenario en busca y captura... Es la unión de todos los buenos dones que cada uno tiene usados no para destruirse entre ellos sino para ayudarse, y no para vengarse del universo que tanto les odia sino para salvarlo, lo que finalmente les va a dar el triunfo.
Segundo, ¡es la amistad entre ellos lo que fundamenta esa unión! Toda una lección de vida, y es que sin amor en medio es imposible la unidad entre personas. La amistad se da con dificultades y problemas, trifulcas en las que hay que poner perdón, egos muy subidos que hay que bajar, pasados oscuros que hay que aceptar, complejos que hay que superar... El momento que más me gustó de la peli es cuando tocan fondo y se dan cuenta de que solo unidos y ayudándose podrán vencer los problemas que tienen, que solo buscando el bien de todos y no el individual saldrán adelante (si la has visto, es la escena en la que se van poniendo de pie para formar el equipo). Es clave la figura del líder del grupo, Peter Quill, para llevar a cabo esta unión tratando de poner amistad y cariño donde no los hay. Alguien tiene que amar primero.
Tercero, el mapache Rocket es genial. Se me saltaban las lágrimas de la risa con él.
¡Telarañas fuera! Y el blog adelante. Nos seguimos viendo por aquí, ya sabes, yo escribo, tu lees, y la ley del poleo-menta: que si quieres lo comentas. Dios te bendiga.
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