La noticia viene de Australia. Se trata de un bebe prematuro del que los médicos habían certificado su muerte al nacer, poco antes había nacido su hermanita, pues eran mellizos. Su madre no le dio por muerte y pidió que se lo dejaran tener; así le tuvo acurrucado contra su pecho durante dos horas, en ese tiempo no dejó de abrazarle y hablarle, hasta que de repente el bebé suspiró, los médicos no se lo podían creer.
En España ya tenemos, tristemente, la nueva ley del aborto funcionando, por eso es una alegría encontrarse con noticias como esta, aunque sean en la otra punta del planeta¡¡ Si queréis leer algo mas acerca de esta noticia podéis hacer clic clic aquí.
Vivva la Vitta!
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