viernes, 12 de agosto de 2011

Para ti, querido voluntario

Querido voluntario de la JMJ (también puedes leerlo si no lo eres):

Esto que llevas tanto tiempo esperando con ilusión llega por fin. Esto en lo que has invertido tu tiempo y tu esfuerzo en preparar está casi ya aquí. Esto en lo que no estás parando de trabajar durante estos últimos días está a punto de suceder. Sí, la JMJ llega a Madrid.

Italianos, franceses, americanos, australianos, peruanos, chinos, malayos, españoles de todos los rincones están viniendo ya a Madrid. Y el invitado más especial de esta gran fiesta, un hombre alemán que vive en Roma y viste de blanco, no tardará mucho más.


Querido voluntario, no sé bien en que ha consistido la dedicación de todo el tiempo que has regalado a la JMJ. Quizás has tenido que ir hasta el último pueblo perdido de tu Diócesis a contar el número de pasos que mide una habitación donde dormirán unos jóvenes a los que nunca conocerás. Quizás has dedicado días y días enteros a estar delante de la pantalla de un ordenador introduciendo complicados nombres y apellidos de personas desconocidas para ti. Quizás has estado delante de una mesa cuadrando cuentas de pagos y becas con una calculadora. Quizás has tenido que trabajar en algo que te han pedido y luego te han dicho que eso no era necesario que lo hicieras. Quizás has tenido que ir a un lugar lejos de tu ciudad a hablar con una sonrisa ante gente a la que poco parecía interesar lo que tuvieras que decirle...

 
Querido voluntario, tampoco sé cuál será tu labor durante la JMJ. Quizás estés acordonando la primera línea frente al escenario donde estará el Papa. Quizás estés en la última fila con un grupo de personas que ni siquiera hablan tu idioma. Quizás vivas el encuentro al lado de una boca de metro, indicando a peregrinos despistados hacia donde tienen que ir. Quizás te pases la Vigilia metido en la sala de un centro de atención de peregrinos velando por que fuera todo salga bien. Quizás para lo único que pises Cuatro Vientos ese día sea para recoger los desperdicios que dejen más de un millón de personas.

Querido voluntario, yo sé lo que haces ni lo que harás. ¿Y sabes qué? Casi ninguna persona que va a ir a la JMJ va a saber nunca todo lo que has hecho por ella.

¿Pero sabes qué más? Dios sí lo sabe, y también a ti tiene algo muy importante que decirte en estos días, hagas lo que hagas, estés donde estés.

Porque Dios es el auténtico protagonista de la Jornada. Dios es el que hará de estos días algo maravilloso. Dios será quien de un sentido divino a todo lo que humanamente estás preparando, si no es así... ¿para qué lo íbamos a preparar? No pongas el corazón en que ojalá la JMJ se pase pronto para que puedas descansar sino en vivir desde el Señor cada instante.

Lo que la televisión nos muestra estos días es a unos pocos cientos de jóvenes “indignados” gritándole a las cámaras el tópico de que la visita del Papa va a costarnos un dineral y de que van a boicotear los actos ni se sabe cómo. Los que hablan del gasto que supondrá poner policías para la JMJ tienen a más de treinta furgones en el centro de Madrid para controlarles.

Lo que de verdad yo veo estos días es a cientos miles personas ilusionadas con la visita de Benedicto XVI, personas que llevan mucho tiempo preparando y preparándose para ir junto a más de un millón de jóvenes a compartir el gozo de seguir a Jesucristo, la felicidad que da encontrar un sentido a la vida, aún en los inevitables momentos de sufrimiento y dolor. Los jóvenes cristianos del mundo tienen mucha esperanza en la JMJ, y van a dar testimonio a todos los hombres de la alegría que da vivir de otra manera.

Querido voluntario, muchas gracias por tu entrega, muchas gracias por esfuerzo, muchas gracias por todo lo que haces y por todo lo que vas a hacer por mí estos días, de todo ello Dios se servirá para hacerlo cauce de su gracia en muchos otros peregrinos. Y también en ti.

¡Ánimo! Y que Dios te bendiga.


1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias Patxi!!!!
es un placer estar codo a codo contigo estos días!
viva el Papaaaa!!!!!!!!
-White