Ya estamos en mayo,
mes de la Virgen María,
con ella de la mano,
quedan menos de 90 días.
¡Vaya poesía eh! Supongo que hacer versos no es lo mío. Al menos, ¿has entendido para que quedan menos de 90 días? Muy bien, para la JMJ. Te habrá costado adivinarlo, ¿no? ¡De qué se va a hablar en un blog dedicado a la JMJ!
Es cierto que tocaba hablar de cómo se están preparando en otros países, en concreto en Perú, para venir a Madrid en agosto a estar con el Papa. Pero eso puede esperar una semana, porque primero tenemos que hablar de cómo nos preparamos por estas tierras sureñas de Madrid. Vamos.
Lógicamente ir a la JMJ cuesta dinero por los costes que tiene su organización, dinero que con un poco de creatividad e interés se puede conseguir, aún en tiempos de crisis. Hay un montón de gente que me dice iniciativas que están teniendo para sacar ese necesario para apuntarse a la Jornada.
Desde la iglesia de Santiago Apóstol, en Villaviciosa de Odón, me mandan un par de foticos en las que se ve a los jóvenes de la parroquia posando en su puestecico de pastas ricas y estampas de Juan Pablo II. Las venden a la salida de Misa cada domingo, tienen también un minibar de cocacolas y pinchos de tortilla. Les debe de estar yendo muy bien, ¡se les ve muy felices!
La venta de pastitas es un gran método para conseguirse unas pelillas para la JMJ. Son fáciles de conseguir, a la gente le gustan, están muy buenas y son un buen regalo para que los hombres regalen a sus suegras al ir a comer a su casa el domingo tras la Eucaristía. En muchas otras parroquias están también los jóvenes vendiéndolas (si queréis poder mandar fotos).
Pero el mercado de lo vendible para ayudar a pagar la Jornada no se agota en las pastas de monjas y las estampas, hay muchísimas posibilidades. En la parroquia de Santo Domingo de la Calzada, Alcorcón, venden chuches; las jóvenes de la Congregación Mariana de Valdemoro chapas de la JMJ; en la parroquia de San Francisco de Sales, en Parla, se venden crucecitas y rosaritos... Hay quien vende camisetas, llaveros, bolígrafos, iconos...
Y no todo son ventas, además se pueden organizar muchas otras cosas para promocionar la JMJ. Por ejemplo, el fin de semana pasado el centro juvenil de los salesianos de Parla, bajo el lema “Yo voy”, organizó un fin de semana de conciertos y actuaciones varias para presentar a los jóvenes la JMJ. Os dejo una foto.
Se pueden hacer muchas otras cosas, un amigo me habló de que él y su grupo de jóvenes estaban promoviendo que los jóvenes de todas las parroquias de su ciudad llevaran puesta un día en el instituto una camiseta de la JMJ, todos iguales, para identificarse y conocerse. Otro me habló de ir por las casas dando a la gente una estampilla de la Jornada.
Otra idea:¿tú y tus amigos queréis hacer un regalo a otro amigo alejado de la Iglesia? Regalarle una inscripción.
Y una última iniciativa, que me ha mandado por correo una joven diocesana de Alcorcón, muchas gracias. Me ha gustado, por eso la pongo literal (también las exclamaciones):
“Ayer cuando iba para el metro se me ocurrió que si desde hoy mismo empiezas a echar en la hucha 50 céntimos al día, llegas sin problemas a los 45 euros para la inscripción de fin de semana de la JMJ, y si echas 1 euro al día llega para la de toda la semana!!!!!!!!!!!”
Y es que hasta en el metro se pueden tener buenas ideas, ¡solo hace falta un poco de ingenio y tener muchas ganas de ir a la JMJ! ¿Hay un cura en tu parroquia? Pregúntale cómo empezar a hacer cosas.
Y la semana que viene hablaremos por fin de las misiones y nuestros visitantes peruanos, es otra historia, será contada en otro momento. Lógico.
Que Dios te bendiga en todo lo que hagas hoy, querido lector.
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