Por medio de Jesucristo el Dios invisible se hace visible. Se hace hombre como nosotros. Esto nos enseña hasta dónde alcanza el amor de Dios. Lleva toda nuestra carga. Anda todos los caminos con nosotros. Está en nuestro abandono, nuestro dolor, nuestro miedo a la muerte. Está allí donde no podemos avanzar más, para abrirnos la puerta hacia la Vida. --> YC 314
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